El juego es una actividad, -que además de lúdica, recreativa y placentera-, esencial para el desarrollo integral de los niños y niñas. A través del juego el alumnado desarrolla capacidades físicas, motrices, así como habilidades técnicas y tácticas propias de los distintos juegos. Descubren, observan, exploran y comprenden el mundo que les rodea y toman conciencia de sí mismos. Por medio del juego el alumnado con altas capacidades interioriza conocimientos; se relaciona con otras personas; adquiere habilidades sociales positivas como compartir, cooperar, expresar emociones, etc; aprenden a conocer su propio cuerpo y sus posibilidades de acción; desarrollan su personalidad; conciben cosas sobre sí mismos y sobre las personas que juegan con ellos; así como adquieren conceptos, como: ganar, perder, conocer y aceptar las limitaciones propias. Junto a todo ello, el juego desempeña un papel crucial en el desarrollo de su propia identidad y configura su autoconcepto y autoestima.
Así pues, el juego constituye un elemento esencial en el desarrollo evolutivo de todos los niños y niñas, dado que contribuye a su bienestar cognitivo, social, emocional y físico. Pese a su relevancia, en la actualidad el tiempo que los niños y niñas dedican al juego es cada vez menor en el contexto familiar.
En nuestra sociedad y desde la infancia, la educación y el aprendizaje están relacionados con la repetición monótona de ejercicios, sobrecarga de tareas y memorización de conceptos, siendo así, mayoritariamente, el aprendizaje expositivo y directivo el que se ejerce en nuestro sistema educativo. Sin embargo, Bloom sugiere que las personas que alcanzan la eminencia, recuerdan que uno de los factores que contribuía satisfactoriamente al desarrollo de sus talentos, es disfrutar aprendiendo y el juego.
Los estudiantes con altas capacidades tienen una gran motivación intrínseca cuando se enfrentan a actividades sobre sus gustos e intereses manifestando una elevada determinación. Este tipo de motivación se relaciona con la experiencia de disfrute, aprendizaje o competencia. Piaget explica que el juego en los niños y niñas induce al aprendizaje, de forma que aprender produce disfrute en ellos y mientras se divierten, aprenden. En líneas generales, cuando realizamos conductas donde obtenemos disfrute, experiencias de aprendizaje y competencia solemos desarrollar motivación intrínseca por ellas. En este sentido, el juego se convierte en el motor del aprendizaje significativo en la primera infancia.
El aburrimiento y la baja motivación son sensaciones que experimenta el alumnado con altas capacidades en demasiadas ocasiones en el aula. Sus intereses y su potencial se ven muchas veces restringidos durante el desarrollo del curso escolar ordinario. A esto contribuyen las prácticas metodológicas en las que los niños y las niñas son meros receptores de información y que olvidan la necesidad de participar de forma activa en el proceso de enseñanza aprendizaje.
El juego como estrategia de aprendizaje ofrece al alumnado con altas capacidades la oportunidad de variar y enriquecer sus experiencias, promover su inteligencia, focalizar su atención, así como conocer sus limitaciones y fortalezas.
Por consiguiente, el juego aparece como una oportunidad de enseñanza mediante el entretenimiento y la diversión. Además, también proporciona la posibilidad de adquirir conocimiento, ya que ofrece la oportunidad de que el alumnado se fije en lo que observa y manipula. La observación directa realizada por los niños y niñas junto con las explicaciones e indicaciones del profesorado conduce al alumnado a la asimilación del conocimiento. Por ello, es importante utilizar el juego como metodología de aprendizaje, ya que de esta manera se consigue captar y mantener la atención, y aprender mientras el alumnado se divierte.
Beisser concluye que para los niños y las niñas con altas capacidades el juego es una actividad importante tanto para el aprendizaje como para la socialización en el aula y fuera de ella. Los niños y niñas con altas capacidades ven el juego como una actividad renovadora, motivadora y que les permite aumentar la atención, la retención y el enfoque en el aprendizaje. Igualmente, el alumnado con altas capacidades percibe que el juego desarrolla el trabajo en equipo y las habilidades para resolver problemas.
BENEFICIOS Y RAZONES PARA APRENDER JUGANDO:
Autora: Cristina Espi
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