Nadie duda de las buenas intenciones de los profesores y del esfuerzo que dedican a que los niños y niñas aprendan. Pero, es cierto que muchos de ellos encuentran complicado trabajar con niños con altas capacidades; ya que presentan características completamente fuera de la norma. Así, los niños con altas capacidades, por sus ganas de ampliar su conocimiento, imponen unas exigencias inesperadas al profesorado. Y, a menudo, los profesores de niños con altas capacidades no cuentan con la formación apropiada para dar respuesta a las necesidades específicas de estos alumnos. Entonces, ¿qué pueden hacer los profesores de niños con altas capacidades para superar estas barreras?
Los niños con altas capacidades van a sorprenderte. Puede que tengas en tu aula alumnos con una elevada capacidad verbal y de alto rendimiento que destaquen en todas las áreas del currículo escolar. Pero hay muchos niños con altas capacidades que son asincrónicos; es decir, que presentan disparidades en sus fortalezas sociales, emocionales y académicas, o incluso pueden tener trastornos de aprendizaje. Por eso, es esencial que descartes todo lo que se puede esperar de los niños con altas capacidades “típicos”.
Tampoco debes confiar en tu instinto cuando trates de identificar a niños con altas capacidades. Es cierto que muchos de ellos destacan de forma evidente; pero también hay niños con altas capacidades ocultos, que pasan desapercibidos y cuyas habilidades son más difíciles de identificar. Entre ellos, nos podemos encontrar a niños traviesos, de sectores desfavorecidos, introvertidos, con problemas de autoestima y autoconcepto, de bajo rendimiento… Y, por supuesto, también te puedes encontrar con niños con altas capacidades que tratan de pasar desapercibidos porque no les gusta destacar.
Todos tenemos prejuicios, estereotipos y suposiciones sobre las personas que son diferentes a nosotros. Incluso cuando intentamos ser “de mente abierta”, nos resulta complicado comprender las experiencias que otras personas están viviendo. Por eso, no es de extrañar que los niños con altas capacidades vean asociados a ellos estereotipos y prejuicios, que se propagan en nuestra cultura a través de muchos medios.
Por ello, es esencial que recuerdes que los niños con altas capacidades no buscan incordiarte con sus interminables preguntas, ni te están criticando cuando dicen que están aburridos. Muchos niños con altas capacidades pierden interés, se frustran con el contexto escolar y con sus logros, y sienten que libran batallas con sus compañeros por sus notables diferencias.
Además, muchos padres de niños con altas capacidades también perciben que les son puestas etiquetas cuando, desesperadamente, tratan de ayudar a sus hijos y proporcionarles una educación ajustada a sus necesidades específicas. El problema viene cuando estos padres o estos niños con altas capacidades no solicitan ayuda por temor a las reacciones que puedan encontrar en el equipo docente.
Entonces, ¿qué puedes hacer para abordar estos estereotipos?
Estarás acostumbrado a detectar las necesidades de tus alumnos; pero, para poder ayudar a niños con altas capacidades, debes identificar primero tus propias necesidades y limitaciones como profesor. Para trabajar con éxito con niños con altas capacidades, necesitas recursos, trabajo en equipo, tiempo y apoyo administrativo. Tú mejor que nadie conoces tu situación, por lo que resulta esencial que la analices y demandes las ayudas que consideres más oportunas. Por ello, resulta imperativo que tanto tú como tus compañeros recibáis la formación necesaria en altas capacidades, para saber cómo identificar a los niños con altas capacidades y cómo trabajar con ellos en el aula. Y, lo más importante de todo: pide ayuda. Cuantas más personas la solicitéis, más pronto ocurrirán los cambios.
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Autora: Patricia Beltrán Pérez
Especialista en Altas Capacidades – Programa Despierta Dénia