La mentalidad de crecimiento es una herramienta esencial para el desarrollo personal y el éxito en cualquier área de la vida. Al enseñar a los niños y niñas a adoptar esta mentalidad, les estamos brindando las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos con confianza y perseverancia. Aquí presentamos algunos consejos prácticos para fomentar la mentalidad de crecimiento en los niños y niñas.
Para más información sobre la mentalidad de crecimiento, consultad el post: ¿Qué es?
Enseñad a los niños y niñas a:
Interiorizad el poder de decir “AÚN” seguido de “SI PRACTICAS, LO CONSEGUIRÁS”. Por ejemplo:
Reorganizad vuestra propia mentalidad. Si sois conscientes de vuestra propia mentalidad y seguís los principios de la mentalidad de crecimiento, los niños y niñas aprenderán de vosotros y desarrollarán una mentalidad de crecimiento propia.
Estableced estándares altos, pero ayudad cuando sea necesario. Si tenéis expectativas altas sobre el esfuerzo y la capacidad de los niños y niñas para crecer, ellos también establecerán esos mismos estándares. Por eso, hacer las cosas demasiado simples para darles una “victoria fácil” es contraproducente a largo plazo.
Presentad el fracaso como una oportunidad para crecer. Nuestro instinto es proteger a los niños y niñas de la decepción del fracaso, pero esto no les ayuda a enfrentarse a los obstáculos que encuentran en el camino. No permitáis que los niños y niñas no asuman sus fracasos o que intenten culpar a los demás.
Proporcionad críticas honestas y constructivas. Intentad no centraros en sus errores pasados. Identificad conjuntamente estrategias que ayuden a los niños y niñas a mejorar en un área que les resulte difícil.
La mentalidad de crecimiento es maleable y, por ello, debemos evitar pensamientos y atribuciones de mentalidad fija y promover la mentalidad de crecimiento. En la siguiente tabla ejemplificamos lo que se debe evitar y lo que se debe fomentar:
LO QUE DEBEMOS EVITAR | LO QUE DEBEMOS FOMENTAR |
No soy bueno/a en esto | AÚN no soy bueno/a en esto, pero voy a aprender |
Esto es demasiado difícil | He de esforzarme y encontrar la estrategia correcta. |
Soy bueno en esto | He practicado, he aprendido, y por eso sé hacer esto |
Con esto he hecho bastante | ¿Es este mi mejor trabajo o puedo mejorarlo? |
Me rindo | Voy a evaluar qué he hecho mal y aprender de mis errores para crear una estrategia diferente |
Este cambio de mentalidad fija a mentalidad de crecimiento resultará especialmente útil en la intervención educativa con el alumnado de altas capacidades, ya que repercute directamente en su rendimiento. Así, resulta esencial enseñar al alumnado con altas capacidades a evitar atribuciones del tipo “como soy inteligente, no hace falta que me esfuerce”; promoviendo en ellos una mentalidad de crecimiento que les lleve a esforzarse mediante una práctica deliberada de sus habilidades.
Autora: Patricia Beltrán Pérez
Especialista en Altas Capacidades – Programa Despierta Dénia