La actual situación de emergencia sanitaria a la que nos ha expuesto el COVID-19 viene acompañada de consecuencias de carácter económico, bienestar psicológico, social y emocional, entre otros. La necesidad de información actual, qué sucede, hasta cuándo…, las tareas domésticas, profesionales, de cuidado de personas de poca o de más edad… desbordan nuestras posibilidades y reclaman nuevas atenciones y responsabilidades.
Sin embargo, junto a todo ello, procuramos aferrarnos a la esperanza. A la esperanza de que todo acabe pronto, a la esperanza de que el impacto en todas las esferas de nuestra vida sea el menor, a la esperanza de dejar de ver sufrir a quienes padecen esta enfermedad, a la esperanza de perder el miedo al contagio…
Esta esperanza está en las manos del talento, del talento en nuestro país, del talento internacional, del talento en la investigación y del rápido progreso de la ciencia que el desarrollo del talento le permita. Necesitamos que el talento se materialice en una vacuna, un tratamiento, una buena gestión de recursos materiales, personales, emocionales, toma de decisiones estratégicas eficaces y eficientes… que nos permita superar la crisis del COVID-19.
Por todo ello, el talento se convierte hoy en una prioridad de gran envergadura. Para tomar decisiones pertinentes y resolver las dificultades es necesario hacer uso de todo el talento en nuestra y en todas las sociedades. Es en este momento cuando necesitamos el talento, el desarrollo del talento y el desarrollo de la investigación. Sin embargo, muchas veces hemos pasado por alto la promoción del talento de los niños y niñas con altas capacidades.
Son muchas y relevantes las prioridades en la situación de emergencia provocada por el COVID-19, pero hemos de ser capaces de prestar atención, ahora y siempre, a la promoción del talento. Los niños y niñas de hoy serán las personas que en el futuro deberán enfrentarse a nuevas situaciones que no podemos anticipar. Dotarles de las habilidades necesarias para saber resolverlas facilitará la adecuada resolución de dificultades futuras.
Las personas con talento de todas las profesiones que pueden participar en la superación de la crisis del COVID-19 son el mejor recurso del que hoy disponemos.
Apostamos por el talento de aquellos y aquellas profesionales que hoy pueden participar en la resolución de esta crisis y además, deseamos que se promocione el talento de los niños y niñas de hoy.
Para avanzar necesitamos actuar, formarnos, informarnos… En estos tiempos difíciles podemos continuar informándonos y formándonos en altas capacidades y en el desarrollo del talento.
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