Cuando un estudiante es identificado por sus altas capacidades, surgen dudas en la mayor parte de la comunidad educativa (padres, madres, profesores, administraciones…) sobre cómo poder dar respuesta a sus necesidades tanto educativas como socioemocionales.
El profesorado se plantea cómo proporcionar en el aula la intervención educativa que necesita, ajustada a las altas capacidades de su estudiante. En muchas ocasiones, en la red de centros Programa Despierta, dedicamos importantes esfuerzos a la orientación del profesorado que trabaja con nuestro alumnado con altas capacidades.
La experiencia nos hace pensar que la formación inicial del profesorado en altas capacidades, es poco atendida en los planes de estudio de las universidades españolas. Si bien es cierto que se ha producido un incremento sustancial en las ofertas de postgrado, con títulos de experto universitario, diplomas y masters, la cantidad de profesionales que se forman en altas capacidades, constituye una pequeña parte de lo que sería realmente necesario.
La formación del profesorado es un componente crucial para mejorar las competencias docentes a lo largo de toda la vida. Los constantes y acelerados cambios con las necesidades que esto implica, convierten como elemento de suma importancia a la formación continua en todos los aspectos de la vida, cuanto más si cabe en el profesorado.
Un artículo de Francisco Vaniscotte recalca que la profesión docente entraña una serie de dificultades que hacen complicada su función, como puede ser: responder a la demanda social de calidad de la educación, sin tener una apoyo formativo ni logístico adecuado; así como garantizar una igualdad de oportunidades que lleve a todos los alumnos y alumnas a recibir los apoyos que requieran. Es por ello, que los responsables educativos y los formadores del profesorado “han tomado conciencia de la inutilidad de querer cambiar el sistema educativo mediante la sola modificación de la formación inicial del profesorado”. Esta reflexión conduce a la necesidad de encontrar soluciones a la actualización de las demandas educativas y sociales a través de la formación continua del profesorado. Los esfuerzos dedicados a la formación del profesorado en altas capacidades, no han sido suficientes.
Desde la entrada en vigor del Real Decreto 696/1995, de 28 de abril, de ordenación de la educación de los alumnos con necesidades educativas especiales, los niños y niñas con altas capacidades intelectuales son considerados como alumnos con necesidad de apoyo específica de apoyo educativo. Sin embargo, las escasas competencias y conocimientos, en demasiados casos, para dar respuesta a las altas capacidades en el aula, dificulta que las prescripciones legislativas se materialicen en intervenciones educativas con el alumnado que presenta altas capacidades.
El principio de equidad en la educación es un componente esencial para el desarrollo de una educación de calidad orientada al éxito de todos. El impacto que se deriva de la falta de respuesta educativa y la ausencia de visibilidad del alumnado con altas capacidades, comportan cuestiones como la baja motivación hacia el aprendizaje, desinterés, frustración, fracaso escolar pudiendo hasta incluso repercutir en su bienestar psicológico llegando, en ocasiones, a manifestar trastornos de ansiedad, trastornos del estado de ánimo, baja autoestima…
En este contexto, las familias de los niños y niñas con altas capacidades, con frecuencia, se sienten desprotegidas y lamentan la escasa formación del profesorado en altas capacidades.
Las oportunidades para la formación del profesorado en altas capacidades tienen lugar tanto desde la educación reglada como no reglada. Es un hecho que las asociaciones de familias de estudiantes con altas capacidades, dedican grandes esfuerzos a difundir, formar e informar tanto a las familias como al profesorado en altas capacidades.
Desde la red de centros Programa Despierta trabajamos de forma sistémica ofreciendo el acompañamiento al niño o niña en su desarrollo social, académico y personal; a su familia, dotando de información y acompañamiento en aquellos aspectos que marquen las necesidades detectadas y, a los centros educativos, ofreciendo asesoramiento y formación en torno a identificación, evaluación, intervención en altas capacidades, así como en el desarrollo del talento.
En este cometido, la formación del profesorado en altas capacidades nos compete a todas las personas. Ha de ser promovida tanto desde la educación reglada, como desde los distintos contextos de educación no reglada con formaciones dinámicas, aplicadas y rigurosas.
Autora: Riansares Medina
Programa Despierta Albacete, altas capacidades