La literatura científica recoge gran cantidad de clasificaciones de las altas capacidades; éstas han ido cambiando a lo largo del tiempo, conforme la investigación ha ido avanzando en el estudio del talento. No es nuestro objetivo centrarnos en ellas ahora, sino mostrar una nueva forma de verlas, renovar la visión de las altas capacidades.
Robert Sternberg ha sido uno de los investigadores que más atención ha prestado a los distintos modelos y planteamientos sobre las altas capacidades, en las dos ediciones de “Conceptions of giftedness” y en una prolija cantidad de publicaciones.
En un artículo publicado en 2020, ROBERT STERNBERG propone una visión innovadora de las altas capacidades (giftedness) y plantea dos tipos: transaccionales y transformacionales.
Las altas capacidades transformacionales son aquellas que transforman el entorno, dado que, por su naturaleza, buscan cambiar el mundo en algún sentido, para hacer de él un lugar mejor. Las altas capacidades transformadoras se centran en lo positivo y en los cambios significativos.
Las altas capacidades transaccionales están basadas en un intercambio recíproco (un “toma y daca” natural). Cuando se identifica el talento en una persona, se espera de ella que “haga algo a cambio”, por ejemplo, cuando el individuo está en edad escolar, se espera que alcance un elevado rendimiento académico, a la vez que se van generando expectativas sobre su futuro como que acceda a una universidad de prestigio en la que destaque y, con posterioridad, alcanzar una elevada posición en su profesión.
Ambos tipos de altas capacidades (transaccionales y transformacionales) son para Sternberg el resultado de una interacción entre la persona y la educación que recibe, las tutorías, los modelos de roles y el proceso de socialización en su maduración; es decir, no se trata de características innatas, si no moldeadas a través de las experiencias del individuo.
No se trata de características excluyentes, pero podemos diferenciarlas:
El talento transformacional, es una actitud ante la vida, y hacia las propias capacidades, que se desarrolla a lo largo del tiempo. Para fomentar esta actitud, es necesario que docentes, padres, madres y cualquier profesional especializado que trabaje con niños y niñas con altas capacidades, les planteen problemas cuya resolución está o estará en su mano (calentamiento global, calidad del agua, distribución de recursos, mejora de la educación, etc…) para que, independientemente de la trayectoria profesional que sigan en el futuro, sean capaces de desarrollar habilidades transformadoras.
Para ubicar las altas capacidades desde una perspectiva transaccional, Sternberg (2020) ofrece esta taxonomía:
Esta taxonomía constituye un instrumento para la identificación de los distintos tipos de formas en que las altas capacidades pueden presentarse. Reflexionar sobre ella es el primer paso para valorar las intervenciones educativas que los niños y niñas con altas capacidades necesitan.
Autora: Ana Caturla Puebla
Programa Despierta Alicante