¿Conoces a algún estudiante con altas capacidades que sacan malas notas? Lo cierto es que se trata de una cuestión bastante habitual, aunque el presentar altas capacidades, no siempre deriva en “malas notas”.
¿BAJO RENDIMEINTO ES IGUAL A “MALAS NOTAS”?
Las altas capacidades se han asociado durante mucho tiempo a un coeficiente intelectual de 130 o más en una prueba de inteligencia estandarizada, sin embargo, la investigación ha demostrado que la capacidad intelectual no es el único factor que contribuye al rendimiento. Esta falsa concepción hace que la población en general considere que una persona con dichas características cognitivas obtendrá buenas notas.
En la actualidad las altas capacidades se entienden como un proceso en desarrollo, en el que la inteligencia es un factor más (entre otros) que contribuye al éxito, pero no es un factor suficiente. Así pues, junto a la inteligencia entran en juego las variables no cognitivas o variables psicosociales, que contribuyen sustancialmente al rendimiento y, además, son más fáciles de modificar que la inteligencia. Entre ellas se encuentran: la motivación, el interés, la resiliencia, la autorregulación cognitiva, emocional, motivacional y metacognitiva, el autoconcepto, la percepción de competencia, el compromiso con la tarea, la creatividad…
Así pues, en las ALTAS CAPACIDADES el bajo rendimiento se produce cuando las notas están muy por debajo del resultado esperado por sus capacidades cognitivas (inteligencia). Por tanto, se puede deducir que un bajo rendimiento académico no se da tan solo cuando el alumnado suspende una prueba o una asignatura, sino también cuando el alumnado con altas capacidades está aprobando, pero no está alcanzando las mejores notas posibles. De hecho, las investigaciones sugieren que se estima que alrededor de un 12% de los estudiantes con altas capacidades se ven envueltos en un proceso de bajo rendimiento a lo largo de su carrera académica.
¿POR QUÉ PASA ESTO? CAUSAS
Se han analizado cuáles son las causas que producen un bajo rendimiento en el alumnado con altas capacidades. Algunas de las causas que más impactan sobre el bajo rendimiento son:
CONSECUENCIAS IMPORTANTES SOBRE LAS FAMILIAS Y CENTROS EDUCATIVOS
Con demasiada frecuencia, los niños y niñas con altas capacidades tienden a obtener buenos resultados en los primeros cursos, cuando inician la escolaridad. Sin embargo, conforme avanzan en las etapas, encontramos a estudiantes con altas capacidades con bajo rendimiento (dada su falta de hábitos de trabajo, disposición motivacional, competencias metacognitivas…). Este hecho puede generar algunas consecuencias con un grave impacto en el alumnado con altas capacidades.
Cuando los niños y las niñas con altas capacidades alcanzan un bajo rendimiento (un rendimiento inferior al esperado dada su inteligencia, implique o no suspender) las familias pueden considerar que este hecho se debe a que el colegio o instituto, no está dando la respuesta educativa que necesitan.
Por otro lado, cuando el profesorado no dispone de suficiente formación en altas capacidades, pueden creer que su bajo rendimiento (malas notas o incluso suspensos) se deben a que no presentan dichas “altas capacidades”.
Sin embargo, ambos planteamientos son equivocados y, además generan en el alumnado estrés, presión, baja autoestima, baja percepción de competencia… lo cual, todavía puede empeorar el bajo rendimiento del alumnado con altas capacidades.
ALTAS CAPACIDADES, POTENCIAL, DESARROLLO DEL TALENTO Y BAJO RENDIMIENTO
¿A qué puede deberse el bajo rendimiento en el alumnado con altas capacidades?
Entendemos las altas capacidades como un proceso dinámico, evolutivo, complejo y en interacción con un entorno. Disponer de una elevada inteligencia (o aptitudes específicas, “inteligencias”) de ningún modo asegura que los niños y las niñas con altas capacidades consigan buenas notas. Por el contrario, esa/s inteligencia/s son un potencial cognitivo (intelectual) necesario, pero NO SUFICIENTE. Mientras que, en los primeros cursos, la inteligencia tiene un mayor peso sobre el rendimiento, conforme atraviesan los distintos cursos de la educación obligatoria, su peso decrece. Para que el potencial (elevada inteligencia) se convierta en unos buenos resultados (“buenas notas”) son necesarias otras habilidades en los niños y en las niñas con altas capacidades.
La complejidad en el proceso de desarrollo del talento hace que esta tarea no sea sencilla. Entre los factores que inciden en los resultados escolares se encuentran, como se ha mencionado anteriormente, de si el alumnado está motivado o no, de si se sienten capaces de resolver las tareas propuestas, de si tienen un desempeño social satisfactorio, el interés hacia el abanico de temas presentado, el aprendizaje previo de estrategias que impulsan el aprendizaje…
Por tanto, es necesario valorar el perfil de cada niño y de cada niña con altas capacidades, con el fin de tomar las medidas educativas necesarias para enfrentarse al bajo rendimiento. En esta valoración es imprescindible contemplar todos aquellos factores de carácter tanto cognitivo, como no cognitivo (emocional, psicosocial, motivacional…) y del contexto en el que se encuentran.
ORIENTACIONES PARA ENFRENTARSE CON ÉXITO AL BAJO RENDIMIENTO (MALAS NOTAS) EN ESTUDIANTES CON ALTAS CAPACIDADES
Se puede concluir que se trata de un proceso complejo, que necesita de profesionales especializados y multidisciplinares. Además, se requiere una visión amplia del estudiante, ya que es necesario conocer el perfil de cada niño y niña con altas capacidades para identificar las dificultades y plantearlas como objetivos de trabajo de forma sistemática y en desarrollo continuo.
En caso de encontrarte con un estudiante con altas capacidades y bajo rendimiento, es importante:
Y, a partir de aquí:
Autora: Paloma Martínez Fernández
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